jueves, 8 de noviembre de 2012




 MEMORIA

De siempre a existido la creencia común de que la memoria es un almacén donde se depositan todos los conocimientos, pero a finales del siglo XIX, Ebbinghaus escribe “Sobre la memoria” refuerza la memoria como función de la inteligencia. Los estudios experimentales concluyen que en el recuerdo final influye en diferente grado el fenómeno de construcción y reconstrucción de esas historias a partir de lo almacenado y de los prejuicios. Además, cuando hay que memorizar pasajes o historias, se recuerda lo esencial y se reconstruyen los detalles de acuerdo a su conocimiento previo. De todos modos, esta reconstrucción puede contener distorsiones de la realidad recordada por nuestras expectativas y prejuicios, lo que hace que la memoria sea maleable, dinámica e imperfecta (a tenerlo en cuenta con los testigos, por ejemplo). Por ello, la memoria es un complicado sistema de procesamiento de la información que opera a través de los procesos de almacenamiento, codificación, construcción, reconstrucción y recuperación de la información. La memoria sirve para adaptarse al mundo (como el resto de sistemas de la conducta humana) y es muy vulnerable a variables internas y externas, que hacen que se alteren o distorsionen nuestros recuerdos. A su vez, ésta no es una función unitaria porque consta de una serie de sistemas complejos interconectados que tienen diferentes propósitos y se comportan de maneras distintas.

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